A todos nos sucede. El mal aliento es un fiel compañero matutino que nos recibe con ese desagradable olor. Pero, ¿Por qué tenemos mal aliento? ¿Qué lo provoca? Aunque existen muchísimas causas, el origen más común está en las bacterias que viven en nuestra boca, localizadas en el dorso posterior de la lengua, surcos y bolsa periodontales.
Existen otras causas claves como son la sequedad bucal por beber pocos líquidos, la ingesta de diversos fármacos como ansiolíticos o anti-bióticos, además del consumo de tabaco, alcohol, especias y verduras como el ajo o la cebolla. Después de pasar varias horas de ayuno o en situaciones continuadas de estrés emocional la probabilidad de tener halitosis matutina (o halitosis no patológica, en términos de Odontología) aumenta.
Mientras descansamos el pH de la boca se vuelve cada vez más ácido reduciéndose la cantidad de flujo salival lo que favorece la aparición de microorganismos y mal aliento. Por la mañana y a medida que pasan las horas, la saliva y la lengua actúan de manera natural retirando las bacterias lo que justifica la ausencia de mal aliento. El mal aliento temporal que todos tenemos al despertarnos no puede evitarse completamente, aunque es cierto que determinados hábitos de alimentación y una serie de cuidados buco dentales ayudan a reducir casi en su totalidad el mal aliento. Sigue estos sencillos consejos.
- Utilizar un raspador lingual. Sí, has leído bien. Los raspadores linguales cada vez son más comunes y resultan esenciales como medida de higiene preventiva para limpiar la lengua. Los raspadores eliminan la placa bacteriana, las células muertas o los restos de alimentos que puedan darse en la lengua.
- Lavar los dientes con atención. Es fundamental mantener la boca en un excelente estado de salud, especialmente las encías. Cepillarse los dientes varias veces al día, utilizar colutorio, seda dental, cepillos interdentales y raspadoras linguales contribuye a que el mal aliento no sea tan intenso.
- Ingerir al menos 2 litros de agua al día. Beber agua en abundancia durante todo el día y la noche anterior ayuda a aumentar el flujo salival reduciendo la sensación de sequedad bucal.
- Evitar el ajo, la cebolla y los mariscos durante la cena. Estos alimentos potencian la halitosis debido a los compuestos sulfurados presentes. El rábano picante, los alimentos en conserva y los productos lácteos también contribuyen al mal aliento. En su lugar, se recomienda aumentar la ingesta de frutas y verduras ricas en clorofila.
- Reducir la ingesta de alcohol y el tabaco. Un consumo excesivo de alcohol durante el día o la noche anterior favorece la aparición de mal aliento por la mañana. Sucede lo mismo con otras sustancias como el tabaco, el café o el té.
Si a pesar de seguir estas recomendaciones notas que la halitosis no va a menos, es probable que debas tener en cuenta otras causas. La halitosis es común en personas con enfermedades periodontales (como la gingivitis), infecciones en la nariz, problemas en el tracto digestivo o enfermedades sistémicas. Por este motivo, hay que acudir tanto al odontólogo como al médico de familia. Ambos profesionales determinaran diferentes acciones tendentes a mejorar la halitosis.
Y tú, ¿padeces de halitosis? Si quieres deshacerte de esa incómoda sensación, en Manuel Rosa podremos ayudarte. Ponte en contacto con nuestro equipo y verás como en poco tiempo sentirás un aliento más fresco. ¡Te esperamos!