Ya estamos en verano y nos apetecen más cosas fresquitas, tanto comida como bebida, como por ejemplo un helado bien frío, un salmorejo fresquito, una granizada de limón, un trozo de melón o de sandía… ¿estás sufriendo sólo de pensar en tomar alguno de estos alimentos? Quizás tengas sensibilidad dental.
La sensibilidad es un problema común que afecta cada vez a más gente, de hecho le afecta a 1 de cada 7 personas adultas, y suele aparecer entre los 18 y los 40 años. Se ha visto incrementada debido al consumo excesivo de bebidas ácidogénicas y por el abundante uso de productos de blanqueamiento dental sin supervisión médica.
La sensibilidad dental no es una enfermedad en sí, sino una afección que puede venir provocada por problemas de encías, por desgaste del diente por bruxismo o por no realizar un correcto cepillado. Esto puede desencadenar en gingivitis, periodontitis y/o caries si no es tratada correctamente.
La Hipersensibilidad dental (HD) se debe a la pérdida de la capa de esmalte que cubre la corona del diente, que protege la dentina, al volverse más fina. A veces también ocurre que la encía se retrae y deja al descubierto la dentina.
Es en la dentina donde tenemos las terminaciones nerviosas que están llenas de líquido, que ante estímulos térmicos, químicos o táctiles reaccionan y hacen que este líquido de desplace, lo que provoca el dolor.
Algunas de las causas que provocan la sensibilidad dental se deben a los hábitos del paciente y a su estilo de vida, como por ejemplo:
- Comer y beber alimentos o bebidas con ácido.
- Sobre esfuerzo al masticar.
- Uso de pastas dentales muy abrasivas.
- Cepillado con demasiada fuerza y/o con cepillos demasiado duros.
- Patologías estomacales o psicológicas.
- Tratamientos periodontales.
- Tener o haber tenido ortodoncia.
- Haberse realizado una limpieza dental.
- Presencia de caries.
¿Cómo puedes evitar la sensibilidad dental?
- Corrige los malos hábitos como por ejemplo, no abras nada con los dientes, no fumes ni bebas alcohol en exceso, controla la fuerza al masticar, no te muerdas las uñas, no uses palillos de dientes o no comas pipas.
- Disminuye o evita los alimentos y bebidas que contienen ácidos, ya que desgastarán el esmalte de tus dientes.
- Haz una buena rutina de higiene dental: usa colutorio, incluye hilo dental, utiliza cepillos de cerdas suaves y pastas dentales específicas para los dientes sensibles.
Y si quieres garantizar una buena salud bucodental acude a tu dentista de manera periódica. Sólo él será la persona que pueda ayudarte de manera profesional y podrá encontrar la raíz del problema. En nuestra clínica Manuel Rosa cuidamos de tu boca, acude a nosotros y mantén una higiene dental envidiable.