Es el gran olvidado en términos de higiene. Como si de una tarea pendiente se tratara, el uso de seda dental genera tantos admiradores como detractores. Sin embargo, es uno de los elementos esenciales para garantizar una correcta salud bucal. El hilo o seda está compuesto por delgados filamentos, con un grosor mínimo y ligeramente encerados. Existen dos tipos de hilos dentales siendo los filamentos de nylon (pueden estar o no encerados e incluso en algunos casos se fabrican con un ligero sabor mentolado) y los hilos dentales PTFE (realizados en politetrafluoretileno o teflón) los más comunes.
Entre los beneficios más notables de usar hilo dental destaca la disminución progresiva de las bacterias presentes en la boca y que son responsables de la aparición de diversas enfermedades que afectan a las encías y a las caries como por ejemplo la gingivitis. Utilizar seda dental tres veces al día también ayuda a eliminar restos de alimentos fibrosos como por ejemplo la carne o algunas frutas como las mandarinas y las naranjas. Algunos trazas pueden quedar entre los dientes y la única forma de quitarlas es pasando entre los espacios interdentales un poco de hilo. Además, y a diferencia del cepillado eléctrico o manual, la seda limpia zonas a las que difícilmente llegaríamos con el cepillo.
Un buen uso del hilo dental requiere practica. Convertirlo en un hábito complementario al cepillado es más sencillo de lo que parece. Tan solo tienes que cortar unos 40 o 45 centímetros de seda, enrollar la mayor parte de cada extremidad entre los dedos anular de las dos manos, dejando unos 3-5 centímetros de hilo para pasar entre los dientes. En la medida de lo posible, intenta llegar hasta lo más abajo de la línea de la encía para no cortar el tejido gingival. Reemplaza el hilo dental para ir avanzando entre cada diente. Te recomendamos ir sacando el hilo dental de la misma forma, siempre de atrás hacía delante. La seda no debería causar dolor, aunque es cierto que si es la primera vez que la utilizas o si ha pasado mucho tiempo desde la última vez puedes sentir algunas molestias leves que terminarán por desaparecer al cabo de unas semanas.
Como ves, utilizar seda dental no es tan complicado. Según la American Dental Association (más conocida por la siglas ADA), la utilización del hilo dental como elemento complementario a la limpieza bucal no solo ayuda a reducir hasta niveles mínimos la presencia de la placa bacteriana presente en dientes y encías, sino que frena la aparición del mal aliento. Por este motivo, los limpiadores interdentales deberían convertirse en útiles de limpieza tan imprescindibles como el colutorio, el dentífrico o el cepillo.
Muchas personas se preguntan cuándo deben usar el hilo dental, “¿es mejor hacerlo antes o después del cepillado?” “¿En qué momento resulta más efectivo?”. Algunos expertos consideran que es mejor hacerlo antes garantizando una limpieza previa, otros odontólogos no dudan en afirmar que resulta más beneficioso para los dientes hacerlo justo después del cepillado ya que así puede aprovecharse el flúor presente en la pasta de dientes favoreciendo una correcta limpieza. Desde Manuel Rosa te recomendamos escoger dentífricos que incluyan en sus formulaciones flúor. Este elemento químico tiene excelentes propiedades ya que protege el esmalte dental y previene la aparición de caries. Recuerda que la prevención siempre es el mejor remedio. ¡Te esperamos en Manuel Rosa, tu clínica dental en Córdoba!
Fuente imagen destacada: Mundoodontologo.com